Según los eruditos de aquel entonces, en la mitología griega las musas son diosas de las distintas artes, como la música, la danza y la poesía. Hijas de Zeus y Mnemosine, ellas eran las inspiradoras más importantes que había, inspiradoras de música, amor, arte, ciencias, poesía, etc. y se manifestaban como susurros en los oldos de quienes los invocaban.

En un principio tuvieron un número indeterminado pero fue Hesiodo, Dios de la fertilidad, quien finalmente determinó nueve únicas musas para toda Grecia y quien les dio el nombre con los que se las reconocería públicamente en todo el imperio griego: Caliope, Clio, Erato, Euterpe, Melpomene, Polimnia, Talía, Terpsicore y Urania. Dotadas de maravillosos talentos artísticos, también poseen gran belleza, gracia y encanto. Sus dones de canto, danza y alegría ayudaron a los dioses y a la humanidad a olvidar sus problemas e inspiraron a músicos y escritores a alcanzar cotas artísticas e intelectuales cada vez mayores.

Si bien, la mitología griega habla públicamente de las 9 musas, existe una serie de antiguas y ocultas escrituras que datan de la existencia de una décima musa, Bureva. Una musa tan poderosa y bella que tenía los dotes de todas sus hermanas y ejercía una mayor influencia e inspiración que todas ellas en conjunto. Sin embargo, pocos dioses en el Olimpio conocían de su existencia. Su poder tenía tanto alcance que se temía el efecto que su inspiración pudiera tener si cala en las manos equivocadas.

Hesiodo sabia de esto y decidió hacer de su existencia uno de los secretos mejor guardados del Olimpo, Invocar a Bureva no era tan sencillo como lo era con sus sus hermanas. Se requería de un ritual secreto que se dice fue pasado de maestro en maestro a través de la historia, encontrandose su influencia en importantes artistas en la historia como Socrates, Platón, Davinci, Kandinsky y Picasso.

Bureva no sólo dotaba de inspiración al artista que la invocaba, si no que cuentan las escrituras que encarnaba el cuerpo mismo de su amo, tomando control de sus facultades impulsandolo a crear piezas de arte jamás antes vistas.

Se cree que el ritual para invocar a Bureva se ha perdido en la historia moderna y que con él, la posibilidad de traerla de nuevo del Olimpo. Sin embargo, cada cierto tiempo salen a relucir ciertas obras de arte, sinfonías, pinturas o poemas que hacen creer a los expertos que Bureva aún baja a la Tierra y hace de las suyas.

Bureva Art Gallery & Social Lounge es un espacio que rinde tributo a la décima musa: exhibiendo solo las mejores exposiciones de arte del momento